Reenviar un mail
Hace unos minutos he ido a reenviar el típico mail chorra por internet. Me ha parecido gracioso y el primer impulso ha sido compartirlo. No soy amiga de hacer reenvios masivos a toda mi lista de direcciones ni de cualquier chorrada que reciba, muy al contrario hago pocos y a gente muy escogida.
De repente, cuando iba a empezar a poner los destinatarios un escalofrío glacial ha recorrido mi cuerpo. Un lacerante vacío me ha apretado el estómago y los ojos se me han llenado de lágrimas…
Solía hacer estos envíos a dos personas que se han ido casi a la vez de mi vida… y de repente, he tomado conciencia de nuevo de todos los nombres que he tenido que ir borrando a lo largo del tiempo.
Y sí, van apareciendo nombres nuevos que incorporar, pero cada uno que quito, se lleva un trocito de mi corazón y mi memoria.
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