04 junio 2009

Adiós (al menos de momento)

Y ahora sólo queda mirar hacia adelante, pues el trabajo está hecho...

Llegó la hora

Si, llegó la hora de abandonar. Ni mi mente ni mi cuerpo dan ya más de sí. No creo que en los próximos meses tenga demasiado tiempo para escribir y creo que la misión de este blog está cumplida… Los fantasmas se han ido y me han dejado sorda con su silencio. Todos menos uno… pero he comprendido que no es ésta la forma de alejarlo, pues reconozco que aunque a mí me sirve para desahogarme, expresarme y completar una parte de mi, este blog está escrito por y para él… y aunque a él no le llegue ni lo lea, cada post es revivirlo y hacerlo un poco más fuerte en mi interior.
No, no es recordarlo lo que debo hacer, ni siquiera en forma de terapia. Lo que haré, lo que ha demostrado merecer es en entierro, el olvido… la indiferencia. Y para ello mis letras no ayudan.
Así que me voy, pues ya es hora de liberar el alma. Sólo siento que mi último post rezume resentimiento, pero es lo que hay… Me quedo con que en el resto del blog también hay superación y tranquilidad de espíritu… y amor, pero lo vivido en los dos últimos días no me dejaría escribir de otra manera.
Te quiero y te odio. Y aquí mis últimas letras para ti:

Olvido. La tierra cae pesada sobre mi recuerdo. Una lápida y un epitafio. Luces intermitentes. Se acaba el tiempo. Se acaba el tiempo para recordar que existes.

No te toco, y me desgarra, guerrero de yelmo firme, cuando te miro y no encuentro mi reflejo en el tenue resplandor de tu mirada. Cuando lo que veo es ira, prepotencia y hielo.

Necesito recordar este día, necesito recordar lo que siento... Que es un infierno... Que no puedo contar contigo, pues la única que muere poco a poco aquí, soy yo; con cada traición, con cada bofetada a mi dignidad. Siempre ha sido así. Atada de pies y manos, me has utilizado (aunque creo que fui yo la que me até en un principio).

Quiero recordar cada una de tus palabras aprender ahora a no perdonar No hay otro lado de la cara que poner. No hay más cara que mostrar.... Me paro y a partir de hoy camino en otra dirección.

Extirpación de recuerdos. Ya no los necesito. No te contiene el pasado. No existes más. He renunciado a ti, y con esto a tu mirada (tu mirada=mi sonrisa).

Nunca olvidaré cómo hoy, caritativo tú, te vas. ¡Qué soledad más gélida! Los restos de ilusión se rompen al chocar con la realidad. Es cierto que me quitas tu veneno, pero me quitas también la fantasía de creer que, en alguna parte remota de tu ser, me querías...

02 junio 2009

Melancolía

Cierro los ojos y pienso en ti. En todos los momentos lindos que vivimos. Y los recuerdos que flotan en mi mente como buscando un lugar, están perdidos. Y el pasado se va disipando en el tiempo, hasta que me hace creer que nunca existió. ¿Será que la ilusión fue tan fuerte para crearte? Cómo duele tu indiferencia, tu inexistencia.
Pero atrapada en mi misma no sé buscar la salida, o la entrada, que no siempre es la misma. Y no sé parar de intentarlo. No sé llegar a algo y no quiero llegar a nada. No sé ser para afuera, y no quiero -de verdad no quiero y no me dejes- hundirme para adentro...

01 junio 2009

El espejo

Creías que ya nadie podía quererte. Levantaste el rostro, y te miraste tímidamente en el espejo..
-“¿Será cuestión de piel?”... “Cambiaré de peinado”- pensaste, pero parecía no ser suficiente para alimentar al lobo.
Repasaste los (ya más de los que quisieras) años de tu vida, repasaste tu primer rechazo, y tu segundo… Nada parecía tener sentido. Estuviste por primera vez frente a ti y sentiste miedo. Creías que ya nadie podía quererte y ese destino resultaba simplemente intolerable. Tenías miedo de merecerlo, tenías miedo de inspirar rechazo. No podías más. Te lanzaste al abismo y perdiste interés. Te volviste fuerte y tonta, te dejaste vencer. Los hombres no eran lo tuyo, pensaste.
A lo mejor sólo te equivocaste de espejo. A lo mejor sólo te faltó ver en él el reflejo de su mirada enamorada.

Curiosamente escribí este texto en masculino, cerrándolo con "el reflejo de MI mirada enamorada"… pero lo he cambiado. Primero porque es una historia aplicable a mi también y segundo porque, al fin y al cabo ¿qué sé yo de cómo se siente la gente?, lo escribí pensando en alguien que posiblemente no siente nada parecido a lo que yo le atribuía... Habla de lo que conoces, nena… no imagines ni teorices.