01 junio 2009

El espejo

Creías que ya nadie podía quererte. Levantaste el rostro, y te miraste tímidamente en el espejo..
-“¿Será cuestión de piel?”... “Cambiaré de peinado”- pensaste, pero parecía no ser suficiente para alimentar al lobo.
Repasaste los (ya más de los que quisieras) años de tu vida, repasaste tu primer rechazo, y tu segundo… Nada parecía tener sentido. Estuviste por primera vez frente a ti y sentiste miedo. Creías que ya nadie podía quererte y ese destino resultaba simplemente intolerable. Tenías miedo de merecerlo, tenías miedo de inspirar rechazo. No podías más. Te lanzaste al abismo y perdiste interés. Te volviste fuerte y tonta, te dejaste vencer. Los hombres no eran lo tuyo, pensaste.
A lo mejor sólo te equivocaste de espejo. A lo mejor sólo te faltó ver en él el reflejo de su mirada enamorada.

Curiosamente escribí este texto en masculino, cerrándolo con "el reflejo de MI mirada enamorada"… pero lo he cambiado. Primero porque es una historia aplicable a mi también y segundo porque, al fin y al cabo ¿qué sé yo de cómo se siente la gente?, lo escribí pensando en alguien que posiblemente no siente nada parecido a lo que yo le atribuía... Habla de lo que conoces, nena… no imagines ni teorices.

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

No creo que teorices... es tan cierto lo que dices.
No hay nada que te haga sentir tan atractiva como verte en los ojos del enamorado.

Pero para que te vean así, TU debes ser la primera en mirarte de esa forma. Ya que en los ojos del amado solo está TU REFLEJO.

Un abrazo!

1 de junio de 2009, 23:51  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio