30 abril 2009

La fuerza de la costumbre

Este post queda pendiente de una nueva versión “más literaria” :)
Hace semanas que me ronda una sensación de tranquilidad desconocida para mi. No me atrevo (e incluso a veces me niego), a decir que “estoy bien”, que he encontrado una estabilidad en mi nueva vida, que acepto lo que tengo ahora y lo disfruto, que no pienso anclarme añorando cosas que ya no pueden ser, que sigo adelante y lo estoy consiguiendo….
No lo digo, pero comienzo a sentirlo, a disfrutarlo. Es como si presintiera que se acerca una extraña comunión conmigo misma y con la vida que se abre ante mí a partir de ahora. No lo digo, porque siempre está un paso por detrás de mí la sombra de caer de nuevo y sobre todo la profunda tristeza latente de no estar con la persona que amo.
Tristeza que está y estará durante mucho tiempo, imagino. Soy lenta para asimilar cambios, lenta para olvidar y para retirar lealtades, pero también soy amoldable, y me rijo en gran parte por la costumbre… y ya me estoy acostumbrando a estar sin él. Como decia Gabinete Caligary: “Si por costumbre amé, por costumbre olvidé”. Uhmmm ¡qué forma más mundana de definir las relaciones, pero qué cierta!.
Por eso ahora me centro en mi día a día, en conseguir la paz conmigo misma y con mis fantasmas. Me centro en aprender que yo QUIERO estar con él pero no lo NECESITO, y ésa es la base para un amor sano y pleno, que la otra persona esté contigo porque elige hacerlo, no porque es un yonki emocional.
Y, aunque antes hubiera sentido este descubrimiento desde el prisma del dolor de aprender algo cuando ya es irremediable la debacle, desde la rabia de perder a la persona que tanta estabilidad me aportaba, ahora lo veo desde la esperanza de saber que si una vez lo he conseguido, lo he hecho bien, puedo repetirlo… y mejorarlo.
Aunque sigue doliendo….vivo con la costumbre de no tenerte nunca más”
Autoreferencias: Post: “Todo lo que (aún) no puedo hacer”: una de trucos, tretas y enfoques para seguir adelante / Post “Fases”: Desde la aceptación (¿o será resignación?)

29 abril 2009

Explosión sin titubeos

Cómo huir de ti si te tengo en la cabeza, si con cada parpadeo me torturas con tu maldita existencia, con la mísera posibilidad de poseerte, de desnudarte mientras tu lírica nos inmortaliza.
Quiero que me veas como soy, limpia y descarada, que me tomes sin ropa y sin máscaras, quiero sentirte en carne, sentir tu aliento y romper el cliché de lo imposible. Sentirme mujer contigo y por qué no, absorber tu risa y descifrar el lenguaje de tus poros y con las toxinas de nuestros cuerpos marcar el territorio celestial incorruptible. Que la tormenta caiga sobre nosotros, que el sol queme nuestra piel, no me importa, pero que ni el clima ni la distancia, ni el estúpido idealismo se interponga entre nosotros.
Quiero atravesar el mundo, galopar sobre tu cuerpo hasta mas allá de mis sueños, quiero acariciar aquel ser que tanto he deseado, hacerte mío y descansar de una buena vez, a tu lado y sin escudo, hasta que la noche caiga y estemos salvados por fin de soñar con aquello que no poseemos.

26 abril 2009

Todo lo que (aún) no puedo hacer

Leo mi anterior post y me doy cuenta de todo el esfuerzo que aún me queda por hacer. Sólo afrontar esta nueva situacón tras la ruptura me ha costado, pero superarla será algo lento y que requerirá mi esfuerzo constante. Caeré mil veces.. y espero poder levantarme otras tantas....

Tendré que aprender a buscarme las mañas... Mediante tesón, trucos, fuerza de voluntad para no caer y lógica para ver la situación tal cual es, sin idealizar y sin desear imposibles.

Y también tendré que aceptar, en base a todo eso, que de momento, hay muchas cosas que no puedo hacer. Realizarlas me transporta a momentos que duelen, a recuerdos que añoro, a ser consciente de nuevo de lo que he perdido... y eso es precisamente lo que mi esfuerzo diario debe hacerme evitar. Es una forma de autoengaño, puede ser, pero ahora mismo no estoy en situación de plantearme demasiado el "cómo"... quizás en este caso, el fin sí justifica los medios.

Por eso he de aceptar que no puedo estar en un spa (este finde ha sido duro), ni puedo escuchar a Erasure (eso es casi un castigo divino) o a Sidonie (aunque tengan nuevo disco)... Tampoco puedo ver la Fórmula 1 (aunque me aficioné y me gustaría saber qué ocurre esta temporada), Perdidos (aunque Cuatro ahora me dé oportunidad de ver todas las temporadas), Prision Break (aunque me la haya bajado completa), ni podré reirme y hacer mi porra con el festival de Eurovisión (y eso que hay proposiciones). No puedo usar perchas oscuras (aunque ya no tenga de las mías), ni hablar de sindicalismo (esto sí que no me cuesta, la verdad). Me acongoja que me regalen rosas (lo siento Pá) y no puedo hablar de algunos de mi viajes (Asia, tengo que hacer un esfuerzo, no puedo dejarte marchar).

No puedo hacer esas NI MIL cosas más, como estar sola en mi casa... y debo aceptarlo. Por eso ahora voy a coger el teléfono ...
La lucha continúa.

23 abril 2009

Luz de guía

Hoy he subido a ver a una compañera de trabajo que ha quedado viuda de repente hace dos semanas. Una vida juntos, un futuro juntos, se han ido por la ventana en una noche. Al verla, he sentido admiración. No ha dejado de hablar de su marido, pero siempre bajo el prisma y la felicidad de todo lo que había compartido con él; Cómo era, cómo la trataba, como ella lo veía y lo sentía...
Nada de añoranza ciega, nada de desolación por lo que tenía e irremediablemente ha perdido… nada de centrarse en lo que ya no está ni será, sino en lo que hubo y fue.
Siempre he pensado que una separación, cuando una de las dos partes sigue enamorada, es como afrontar una muerte. Quizás un poco más triste, pues cuando alguien fallece y se va de tu lado, no ha sido por su decisión, no era lo que quería… simplemente es lo que la vida te ha dado. Sin embargo cuando ese alguien sigue vivo, te abandona porque no quiere estar más contigo, su pérdida no es algo ineluctable, sino su elección. De ahí que pueda doler incluso más aceptarlo.
Al verla hoy, he sentido que esa aceptación, ese “yo sigo aqui” a mi me faltan. No soy capaz de verme sin los ojos del otro.
Y, aunque me cueste, aunque sea un esfuerzo diario y tenaz, me siento feliz y en paz por haberlo interiorizado, por haber aprendido, porque sé que conseguiré seguir adelante, agradecer lo que me dio y valorar todo lo que di. Pues, con o sin metáfora, una muerte es lo que afronto y desde el balcón donde se divisa mi vida futura, sólo se vé un superviviente.

Aún así, aunque la muerte física sea más fácil de aceptar, doy gracias por saber que, aunque no sepa nada de él, sigue bien, vive y renace, como yo...
Autoreferencia: Post: "Fases" – (desde la aceptación)

22 abril 2009

Carpe Diem II

Hace tiempo, cuando la Luna no quería dejar de alumbrar mi mundo, jugábamos a encontrar profundidad a la vida. Mi frase era, “Todo es relativo”, la suya “Carpe Diem”.
Aprendimos mucho juntos la Luna y yo, bueno y malo… Comprendimos incluso que existen noches sin Luna y que la vida nunca se para por ello. También que, una vez pasado el eclipse, la luz nunca se refleja igual. Pero, como todo en esta vida, creo que ninguno llevaba “la razón” y ambos estábamos en lo cierto, pues sin duda, la frase perfecta es: “Como todo es relativo… ¡Carpe Diem!”.
O, como dijo WB Shaw... "Algunas personas miran al mundo y dicen “¿por qué?”. Otras miran al mundo y dicen “¿por qué no?”.
Eso es lo que hice yo el viernes.

21 abril 2009

Traiciones oníricas

Traiciones oníricas. Te sueño y regresas, una y otra vez sin ser invocado. Cínico y omnipotente, tu amor es circunstancial, tu displicencia aniquiladora. Y sin embargo te amo, y sin embargo te sueño, y eres tú, el intocable, al que busco entre fantasías, al que quiero para mi, aunque se caiga el mundo. ¿Pero quién dijo que el amor bastaba?. Nada de lo que pudiera hacer basta para saciarte. Soy tu pasado, soy presencia eterna, ignorable.
Traciones oníricas...Te sueño, te deseo...y no lo reprocho, pues te amo tanto que ni siquiera deseo desaparecerte, te amo tanto que me conformo con ser nada.
Y tú ni siquiera eso ves...

Por no molestar

Una vez tuve un blog, bajo otro nombre, por otras cosas, aunque básicamente, como ahora, era para exhorcizar fantasmas. Se llamaba “Aprendiendo a Resumir (mi eterna asignatura pendiente), que es lo que básicamente intenté hacer en él sin conseguirlo.
Sólo quien lo ha pasado puede comprender lo difícil que es resumir una relación. Quizás mis noches de insomnio han conseguido lo que el consciente no puede. He aquí una sinopsis de nuestra relación. Es difícil predecir estas cosas cuando algo comienza, pero con la distancia que sólo permite el tiempo, cada vez me es más evidente que desde el principio era una muerte anunciada:
- Hola, me encantaría conocerte
- Uy, ahora me pillas sin corazón, está renaciendo de las cenizas, cual ave Fénix. Si quieres esperar…
- Si claro, puedo intentarlo

- Oye, ya tengo corazón de nuevo. Gracias por ayudarme a barrer las cenizas. Me encantaría que pasases.

- Lo siento, lo he intentado, pero aunque se está muy a gusto dentro, creo que no puedo quedarme

- ¡Pero si te he estado haciendo sitio!… Ya había creído que habitarías dentro de él para siempre..

- Era lo que más deseaba, pero soporté tanto frio fuera que creo que me resfrié. Estoy enfermo

- ¿Por qué no entraste?

- ¿Por qué no me invitaste?

- Hacías tan poco por entrar que pensé que te sentirías obligado y que si no lo pedías era porque preferías estar fuera...

- Pensé que te obligaría y que si no me invitabas era porque no me querías dentro...

- Pero yo te sentía ya dentro. Lo daba por hecho… Quédate, te daré calor..

- Lo siento. Ya he muerto de frio Y un corazón, de nuevo, debe volver a renacer de las cenizas... Bienvenida sea la muerte… “por no molestar”

16 abril 2009

Insomnio

A las 2:30 de la mañana he abierto los ojos… y hasta las 5:00 recuerdo haberlas visto en el reloj.
Mi cabeza daba vueltas sin parar, pensando, hablándome a mí misma y a mis fantasmas, recordando, analizando… tarareando internamente (y a la vez) tres cancioncillas diferentes que amenazaban con volverme loca en su reiteración sin fin… parece mentira que todo esto pueda bullir conjuntamente en el cerebro.
Como siempre, me perdía buscando porqués a situaciones que no entiendo, escribiendo posts o cartas mentalmente a personas con quienes ya no puedo hablar… ¡que buena soy cuando pienso y que penoso lo que luego queda escrito!.
He intentado concentrarme, respirar, relajarme... todo en vano. Lo de escuchar música se ha vuelto algo difícil, porque las baladas siempre me devuelven con sus letras o con el sentimiento de la melodía a los recuerdos y pensamientos que me mantienen en vela; él y porqué, cómo y cuando dejó de quererme… y el hip-hop, R&B, tecno o el resto de música rítmica que tengo no son lo más adecuado para dormir.
A las 3:00 he optado por encender la luz y dar forma en un papel a las frases que me invadían la cabeza, pensando que de alguna manera podría salvar las ideas que se agitaban en ella para darles cuerpo más tarde, y que eso me dejaría tranquila. La mitad de esos apuntes se quedarán en eso, en apuntes porque la lucidez que acompaña a los momentos de insomnio o duerme-vela, no es compatible con la plena consciencia.
He sentido que tenía un “momento Bécquer” (ahí es nada, a lo que aspira la niña ;-), pues como bien explica en la introducción a las Rimas: “Conmigo van, destinados a morir conmigo, sin que de ellos quede otro rastro que el que deja un sueño de la media noche, que a la mañana no puede recordarse. En algunas ocasiones, y ante esta idea terrible, se subleva en ellos el instinto de la vida, y agitándose en formidable aunque silencioso tumulto, buscan en tropel por dónde salir a la luz, de entre las tinieblas en que viven. Pero, ¡ay!, que entre el mundo de la idea y el de la forma existe un abismo que sólo puede salvar la palabra, y la palabra, tímida y perezosa, se niega a secundar sus esfuerzos”.
Y aquí estoy, con apuntes para al menos cinco posts diferentes, espero que vayan viendo la luz poco a poco, aunque si alguno muere antes de nacer no pasa nada… pues por lo que releo en este blog, no hago más que repetirme.
Las ojeras y el dolor de cabeza, son otro cantar….

15 abril 2009

Semana Santa II

El lunes iba paseando por la playa y me senté frente al mar, como tristemente he hecho ya en otras debacles de mi vida. Parece que sólo esa estampa ya me rememora tristeza y abandono… y sin embargo también recordé otros días, otros tiempos, en los que sentarme frente al mar era intensamente feliz y tranquilo, porque estabas a mi lado. En esos días pensé que nunca volvería a sentir el vacío y la nostalgia que anteayer me abatió de nuevo… porque tras tantos esfuerzos por no romperme delante de mi familia, allí, junto al mar lloré de nuevo tu pérdida, que no comprendo y que sobre todo añoro.
No fueron lágrimas sordas, de esas que dejan la sal en las mejillas mientras las recorren lentamente… tampoco lágrimas reprimidas. Fue el alma lo que me salía por los ojos, que miraban el agua mientras otra agua los impedía mirar.
Me rompí del todo, sin trabas, sin fijarme en los escasos seres humanos (igual podrían haber sido jirafas volando) que pasaban por mi lado… ¡Venditas gafas de sol!.
Y me permití sentir de nuevo, después de tantas semanas de bloqueo, la infinita tristeza y el profundo dolor de verme sola de nuevo, de no comprender… de no querer aceptar lo que ha pasado.
Y allí me quedé, presa de mi misma y sin saber cómo controlar esas putas lágrimas asesinas, para las que ni metáfora gótico-impactante encuentro.
Ya ni siquiera sé escribir

No me olvides. No me dejes ir

14 abril 2009

Semana Santa I

Estas han sido unas vacaciones en familia, al menos con todos los que ahora componemos la familia. Hacía años que no coincidamos y también mucho tiempo que no visitábamos la casa de la playa. Al principio me pareció una buena idea; familia, sol, descanso… una buena huída de mí misma que es en lo que se está convirtiendo mi vida últimamente. Lo que sea, con tal de hacer que la vida pase sin tener tiempo para pensar, para añorarle…. Pero el caso es que al final siempre hay ocasión para estar con una misma, y no ha sido tan buena idea como parecía.
Han sido días duros, muy duros. No he podido hacer nada para quitármelo de la cabeza. Porque puede que haya aceptado que lo nuestro ha terminado, pero sigo amándole, viendo en él todas las cosas que siempre he buscado, viendo a mi compañero, a mi complemento. Y por eso cada lugar, cada cosa que hacía, veía o pensaba, me lo recordaba y se convertía en un cuchillo clavado en mis entrañas, porque él no estaba.
Así me he sentido todos estos días, como un espectro con el cuerpo en un lugar y la mente muy, muy lejos… pero intentando en todo momento ocultarlo, tragar el dolor y las lágrimas, para no entristecer a la gente que me quiere.
Sólo una vez se me saltaron las lágrimas... cuando un amigo me comentó oye, tienes que decirme qué ha pasado con vosotros porque no me lo explico”. Los ojos se me anegaron y evité dar explicaciones que yo misma no tengo. Cómo hubiera necesitado que él estuviera allí a mi lado y me diera un abrazo… y sin embargo tenía que explicar precisamente, porqué no estaba. Sólo supe decir “nada, que se terminó… Si quieres algún porqué llámale a él y que te lo cuente, porque yo aún no lo sé”. Me sentí morir. Sin más. No se habló más del tema… como me verían.
El resto de los días, más de lo mismo. Cada vez que tomábamos el aperitivo recordaba nuestras mañanas en la terraza del hotel cercano a casa, junto a la playa, haciendo eso mismo… descubriendo esa ensalada que tanto nos gustó. Y para más INRI justo en ese momento comenzó a sonar El Canto del Loco, con la que para mí es la última canción que escuchamos juntos… no sé si los astros se pueden conjugar para hacer que alguien se hunda por mucho que se esfuerce en sacar la cabeza del lodo y respirar, pero juro que en estos días lo intentaron.
No visité “los Castillitos” con el resto de la familia, porque me consideraba incapaz de volver allí, al menos de momento. Y aún sin verlos, mi memoria se llenó de recuerdos de nuestra primera visita a esas tierras, cuando aún nos estábamos conociendo, cuando todavía no sabía si ese hombre que quería estar a mi lado curaría mis heridas, esas que curó y ahora se han vuelto a abrir con su marcha.
El domingo desayunamos chocolate con churros… mientras bebía un sorbo, de repente, me ví con él en Segovia, en una chocolatería, justo cuando comenzó la separación… y no pude terminar de desayunar. El estómago se me encogió y supongo que un derechazo en el esternón no duele mucho más que la sensación de ahogo y presión que me invade cuando me asalta así algún recuerdo tan vívido.
Joder!, veo que estoy convirtiendo este blog en el diario de una palurda, con tanto relatar qué coño me ha pasado estos días… pero es que le echo de menos y no puedo ni decírselo. Ni el consuelo de ponerle un sms o llamarle me queda, porque tampoco quiero herirlo… sólo el de bloquear mis sentimientos, adormecerlos, embotar la mente con frenéticas actividades... Y a veces, como ahora, ni siquiera eso da resultado. Por eso me veo vertiendo esos sentimientos aquí, para que le lleguen a nadie, al olvido, para sacarlos afuera pero sin molestar… sin que nadie sepa qué siento, qué sufro…
Porque mi postrera forma de quererle ha sido dejarle marchar. Y mi tormento diario, no decirle que aún le amo.

07 abril 2009

Reenviar un mail

Hace unos minutos he ido a reenviar el típico mail chorra por internet. Me ha parecido gracioso y el primer impulso ha sido compartirlo. No soy amiga de hacer reenvios masivos a toda mi lista de direcciones ni de cualquier chorrada que reciba, muy al contrario hago pocos y a gente muy escogida. De repente, cuando iba a empezar a poner los destinatarios un escalofrío glacial ha recorrido mi cuerpo. Un lacerante vacío me ha apretado el estómago y los ojos se me han llenado de lágrimas…
Solía hacer estos envíos a dos personas que se han ido casi a la vez de mi vida… y de repente, he tomado conciencia de nuevo de todos los nombres que he tenido que ir borrando a lo largo del tiempo. Y sí, van apareciendo nombres nuevos que incorporar, pero cada uno que quito, se lleva un trocito de mi corazón y mi memoria.

04 abril 2009

El Poeta Oscuro

No sé cómo será verle de nuevo mañana.
Supongo que será natural, porque en estos años no hemos perdido el contacto, casi diario, pero también será emocionante y revelador…
Hemos vivido mucho juntos, bueno y malo. Hemos evolucionado por caminos separados, pero el nexo sigue estando… esa conexión especial sigue siendo electrizante, porque cada uno conserva en el corazón ese pedacito que es sólo del otro.
¿Porqué?. Ha habido cinco hombres importantes en mi vida. Cinco… y sólo él sigue estando ahí, donde dijo… como dijo.
El único que ha cumplido su palabra… y como siempre, el único al que no creí.

Gracias, aunque sea a través de la distancia (física y temporal)

PILAR - DARK POET

Entre el cielo y el asfalto, deambula cual niebla, silenciosa… hermosa…y la mirada perdida…

Como un rayo de luz, atravesando la moribunda escarcha en una mañana primaveral.

Así es la más hermosa de las que sueñan… Atraviesa la escarcha de mi corazón… Como un poema escrito con mi sangre y la suya.

Así la siento… Ella es sin duda “tan hermosa que su nombre siempre debe pronunciarse antes que el halago”.

Así pues: Pilar, el más sagrado de los tesoros… Y este no lo guarda ningún rey de Toledo, este lo guardo yo, mientras duerme confiada, mientras espero ser nombrado en alguno de sus sueños.

Así pues: Pilar… a su lado soy una pobre e indeseable bestia mortal…. Así me siento cuando me besa, cuando duerme, y me siento dichoso por poderla observar desde todos los infinitos ángulos

Pilar… la divinidad en el mundo menos divino… Eclipsa, sorprende, y cuando sonríe, se vuelve asesina de corazones.

Pilar… El más hermoso de mis pensamientos…

03 abril 2009

Yo creí

Estoy lista para ir reaccionando. He estado con alguien que me ha mentido. Alguien para quien no significaba lo que creía, alguien que ha tomado cumplida venganza de posibles agravios cometidos en el pasado. Ya puedo ver las cosas claras.
“Yo creí que”…. Esa es la frase que me desubica.
* Creí que me quería…. Y no era así
* Creí que me valoraba…. Y posiblemente lo hizo, pero nunca tanto como me hizo creer
* Creí que había encontrado un compañero… y sólo era un niño ahogándose en su primera convivencia
* Creí que era íntegro.. pero se desintegró
* Creí que podía confiar… y no podía
* Creí que era honesto… y mentía
* Creí que su valía residía en el apoyo que me daba… pero no era apoyo, pues sólo callaba lo que sentía
* Creí que era sincero… y sólo callaba
* Creí que comprendía… y sólo callaba
* Creí que podía contar con alguien… y sólo callaba
Al fin sólo metía, pues callar es mentir por omisión.
Y ahora debo afrontar que creía en cosas que no existían. Por eso me aferro e idealizo algo que realmente sólo era una mentira.
Abro los ojos y me obligo a ver lo que era, no lo que yo quiero ver… Y lo que era evidencia las carencias, las mentiras, la incomunicación, el desapego, el cansancio, el hastío, el aburrimiento… y una terrible sospecha que cada día se hace más firme y que sólo el tiempo podrá corroborar. El engaño más cruel, la última y más mezquina de todas sus mentiras.
Quiero recuperar lo que tenía… pero no tenía nada
Autoreferencia: Post "Fases" - Si, evidentemente escribí esto desde la ira… aunque ahora esté un poco más en "la aceptación", no por eso es menos cierto

01 abril 2009

Fases

Puede sonar patético, pero sí, lo reconozco, aparte de mis sesiones y mis amigos, intento encontrar en algunos libros de “autoayuda” la explicación, o al menos la ayuda necesaria para conocer cual es el camino que estoy recorriendo y cómo puedo afrontarlo. Y, aunque esto parezca más patético todavía, veo que no les falta razón. Está claro que cada uno somos un mundo y podemos afrontar las separaciones de mil formas diferentes, pero el proceso más o menos es el mismo y como casi todo, está analizado, estudiado y definido.
Bueno, para mi no es un proceso nuevo, pero si es aquel en el que estoy concentrándome en superar lo ocurrido, en lugar de solamente sufrirlo. Eso no quiere decir que no duela (a veces creo que me está destrozando), ni que la relación, como me han dicho, fuera menos importante, menos intensa o yo estuviera menos enamorada (de hecho es la única vez en mi vida en la que pensaba haber encontrado alguien con quien podría estar dispuesta a formar una familia).
No, no quiere decir nada de eso. Sólo quiere decir que soy yo quien ha cambiado, quien ha aprendido de anteriores experiencias, quien ha decidido quererse ya que no puede contar con el amor que un día le prometieron.
Y veo que voy cumpliendo etapas, una a una, como los capítulos del libro. Veo cómo paso por las fases que componen un duelo. Soy como un ejemplo con patas de teorías ajenas… Aún no me encuentro sólo en una etapa… voy nadando de una a otra… pero consciente de cuando me encuentro en un nivel diferente. Creo que estoy llegando a la aceptación, aunque aún me descubro en la negación, en la ira, incluso en la negociación, haciendo propuestas para una posible reconciliación... y siempre en el dolor de la fase aguda.
Así que voy a colgar escritos que corresponden a cada una de esas fases… algunos ya están, otros se quedaron en el tintero, así que los subo ahora. Porque quiero que este blog, como otro lo hizo en su día, me recuerde dentro de un tiempo, que todo se supera y que yo soy yo, más allá de la persona que esté conmigo (o que no quiera estarlo). Para ver si esta vez cierro heridas y sano el corazón antes de encontrar otra relación en la que tener que compatibilizar eso con amar a otra persona.
Pero no voy a negar que todo esto lo escribo por él, igual que antes debí escribír por otras personas... y no tengo manera de saber si algo le llega (no recuerdo la manera de poner contadores… y ni ganas tengo)… Además, en todo caso… ¿que más dá?. Vete a saber cómo interpretaría él todo lo aquí escrito, seguramente no con la intención con la que sale de mi corazón. Además como bien se define en la fase de aceptación, eso no cambiará nada. Ahora sólo queda afrontar lo mejor que sepa/pueda, esta nueva etapa de mi vida.
La cagé en el pasado, pero no hay opción a enmendar lo sucedido. Ahora haría mil cosas de manera diferente (igual que él, supongo)… pero es que “ahora” soy otra persona, y “antes” hice lo que pude… todo aquello que estaba en mi mano. No pude obrar de otra manera, de esa para la que ahora si estaría preparada… porque no lo estaba.
Así que eso es lo que debo afrontar, que hice lo que pude… y fue mucho, aunque no haya resultado suficiente. Y que me dieron mucho, aunque tampoco para mi fuera lo que necesitaba. Si él supiera el gran vacío y decepción que deja, probablemente se le encogería el estómago.
Mi forma de amar, el valor y la intensidad de mis sentimientos, es eso, mio… no supe expresarlo y no supo verlo, pero quien vale no son sólo “ellos”. Soy yo y la forma intensa y sin barreras que tengo de entregarme a alguien, una vez le dejo entrar en mi vida. No es que ellos se merezcan que les amen así… es que YO amo así.
Así que no llores pensando que se perdió algo irreemplazable. Tú eres quien lo convierte en eso. El valor es sólo tuyo