Adiós (al menos de momento)
Todo se repite y me estanco como el agua de un lago...
Olvido. La tierra cae pesada sobre mi recuerdo. Una lápida y un epitafio. Luces intermitentes. Se acaba el tiempo. Se acaba el tiempo para recordar que existes.
No te toco, y me desgarra, guerrero de yelmo firme, cuando te miro y no encuentro mi reflejo en el tenue resplandor de tu mirada. Cuando lo que veo es ira, prepotencia y hielo.
Necesito recordar este día, necesito recordar lo que siento... Que es un infierno... Que no puedo contar contigo, pues la única que muere poco a poco aquí, soy yo; con cada traición, con cada bofetada a mi dignidad. Siempre ha sido así. Atada de pies y manos, me has utilizado (aunque creo que fui yo la que me até en un principio).
Quiero recordar cada una de tus palabras aprender ahora a no perdonar No hay otro lado de la cara que poner. No hay más cara que mostrar.... Me paro y a partir de hoy camino en otra dirección.
Extirpación de recuerdos. Ya no los necesito. No te contiene el pasado. No existes más. He renunciado a ti, y con esto a tu mirada (tu mirada=mi sonrisa).
Nunca olvidaré cómo hoy, caritativo tú, te vas. ¡Qué soledad más gélida! Los restos de ilusión se rompen al chocar con la realidad. Es cierto que me quitas tu veneno, pero me quitas también la fantasía de creer que, en alguna parte remota de tu ser, me querías...
Curiosamente escribí este texto en masculino, cerrándolo con "el reflejo de MI mirada enamorada"… pero lo he cambiado. Primero porque es una historia aplicable a mi también y segundo porque, al fin y al cabo ¿qué sé yo de cómo se siente la gente?, lo escribí pensando en alguien que posiblemente no siente nada parecido a lo que yo le atribuía... Habla de lo que conoces, nena… no imagines ni teorices.
Me gusta hacer post directos, con mi forma de escribir descuidada y sólo preocupándome de explicar sentimientos y sensaciones… de captar el momento. Y también me gusta poder desarrollar otros en los que cuidar más el lenguaje, en los que expresar esos mismos sentimientos y sensaciones de manera diferente, más “literaria” como yo digo… Porque me gusta jugar con las palabras y soltar lastre a la vez. Me gusta hacer frases que para mi son “lapidarias”, cargadas de mensaje, profundas en sentimiento, pero con pocas palabras.
Me gusta el lio que hay para entender el hilo conductor general del blog, primero porque no existe y segundo, porque los posts están escritos para diferentes personas… aunque muchas veces el trasfondo de lo dicho es el mismo, así que pueden aplicarse a varias.. Me gusta mi juego de ideogramas para dedicar los post y saber a quien se los escribo sin decirlo… Me gusta ser yo, simplemente.
Por eso me gusta este blog… porque como diría mi madre… “yo me entiendo”.
Mientras enciendo un porro (sí, ya sé que no fumo) y acabo mi Jacks (sí, ya sé que casi no bebo), me pongo a escribir (sí, esto lo hago más a menudo ahora) y acabo llorando (sí, esto lo hago demasiado).
Have you ever been so lost?/ Known the way and still so lost /Another night waiting for someone to take me home.../ Have you ever been so lost?
Sigo obsesionada con entender cómo y porqué. ¿Cuando dejó de quererme? Quizás es todo un problema de cordura, ¿cómo no lo vi venir, entre tantos silogismos?
El tiempo había aplacado tu presencia y el dolor. Mis escritos prácticamente habían dejado de llevar tu color, excepto en algunos casos en los que ya no te escribía a ti, sino a las relaciones en general, entre las cuales no puedo evitar contarte. Te iba olvidando, poco a poco, en aquella tumba tan cuidada y aseptica que hice sólo para ti.
Prácticamente habías salido de mi vida, pero siempre te tuve presente... sin embargo, tus últimas palabras hacen que reniege del afecto que aún quedaba, de la empatía y del cariño postrero…. No lo mereces, nunca has merecido nada de lo mucho que te he dado… pero no es tu culpa querido diablo, soy yo quien, por alguna extraña razón del corazón, necesitaba dar. Quien se aferró a ti y a tu recuerdo para superar en tu ruptura otra aún más dolorosa… Quien te ungió de bondades y virtudes, cubriendo tus carencias con ideales. Fui yo la ciega, tú sólo fuiste, como siempre, práctico.
Y ahora por fin te reniego, te aniquilo... y la libertad se me hace extraña… pero intentaré aprovechar para echar contigo al resto de espectros que me atan al pasado (lejano o cercano) y a la añoranza. Nueva vida, nuevas personas y nuevas ilusiones… Eso es lo que tengo. De lo que tenía… ya no queda nada.
Descansa en paz, luz de mis anhelos.
Si se vuelve a ver tu color en este blog, nunca será por amor
Si - len - cio
¿Cómo curar-lo?
¿Con voz?, ¿o con más silencio?
¿Cómo curar-me?
¿Con vos? ¿o con más silencio?
¿Contestas?
¿No contestas?
Si - len - cio
Tendré que aprender a buscarme las mañas... Mediante tesón, trucos, fuerza de voluntad para no caer y lógica para ver la situación tal cual es, sin idealizar y sin desear imposibles.
Por eso he de aceptar que no puedo estar en un spa (este finde ha sido duro), ni puedo escuchar a Erasure (eso es casi un castigo divino) o a Sidonie (aunque tengan nuevo disco)... Tampoco puedo ver la Fórmula 1 (aunque me aficioné y me gustaría saber qué ocurre esta temporada), Perdidos (aunque Cuatro ahora me dé oportunidad de ver todas las temporadas), Prision Break (aunque me la haya bajado completa), ni podré reirme y hacer mi porra con el festival de Eurovisión (y eso que hay proposiciones). No puedo usar perchas oscuras (aunque ya no tenga de las mías), ni hablar de sindicalismo (esto sí que no me cuesta, la verdad). Me acongoja que me regalen rosas (lo siento Pá) y no puedo hablar de algunos de mi viajes (Asia, tengo que hacer un esfuerzo, no puedo dejarte marchar).
- Oye, ya tengo corazón de nuevo. Gracias por ayudarme a barrer las cenizas. Me encantaría que pasases.
- Lo siento, lo he intentado, pero aunque se está muy a gusto dentro, creo que no puedo quedarme
- ¡Pero si te he estado haciendo sitio!… Ya había creído que habitarías dentro de él para siempre..
- Era lo que más deseaba, pero soporté tanto frio fuera que creo que me resfrié. Estoy enfermo
- ¿Por qué no entraste?
- ¿Por qué no me invitaste?
- Hacías tan poco por entrar que pensé que te sentirías obligado y que si no lo pedías era porque preferías estar fuera...
- Pensé que te obligaría y que si no me invitabas era porque no me querías dentro...
- Pero yo te sentía ya dentro. Lo daba por hecho… Quédate, te daré calor..
- Lo siento. Ya he muerto de frio Y un corazón, de nuevo, debe volver a renacer de las cenizas... Bienvenida sea la muerte… “por no molestar”